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Wombats Hostels

¡Hola de nuevo! Hoy tampoco os vengo a hablar de ningún evento al que haya asistido, sino que este verano me fui de vacaciones a Berlin, Praga y Viena y en la primera y última ciudad estuve en la cadena de hostales "Wombats" y me siento obligada a dar mi opinión sobre ellos porque la experiencia no es que fuera muy buena.

Yo desgraciadamente no soy millonaria, por lo que cada vez que viajo a algún sitio intento hacerlo de la manera más económica posible. Cuando busco un hostal para quedarme a dormir básicamente lo único que quiero es que la habitación y el baño estén limpios, no me importa si estos están dentro o fuera de la habitación, si tiene restaurante.... solo quiero limpieza y cuando estuve en estos hostales, esto fue precisamente lo que no encontré.

Berlin

El Wombats de Berlin es muy guay, la terraza del desayuno y el bar nocturno (es la misma) tiene unas vistas increíbles a la ciudad, tiene unas zonas comunes llenas de gente joven muy divertidas y el bar tiene muy buen ambiente, pero las habitaciones no son lo que parecen.. Son grandecitas y con las camas cómodas pero no son nada higiénicas... La estructura de las literas es de madera, por lo que con la humedad o lo que sea atraen bichos... y eso fue lo que nos encontramos en las camas, chinches.


Cuando las vimos bajamos a recepción a decírselo al hombre y este nos dijo que como sabíamos que eran chinches... menos mal que a una le hicimos una foto y se la pudimos enseñar. Cuando comprobó que si que eran, nos dijo que nos cambiaría de habitación solo si lavábamos toda nuestra ropa antes. Eran las 2 de la mañana y habíamos llegado ese mismo día, así que no habíamos tenido tiempo de sacar nuestras cosas encima de nada.. asi que volvimos a la habitación muy disgustadas porque si nos poníamos a lavar las cosas no íbamos a dormir nada....

Revisamos bien las camas y no vimos ninguna más así que nos intentamos volver a dormir, pero media hora más tarde yo encontré 3 en mi colchón y mi amiga que estaba en la litera de abajo vio correr otras 2... así que volvimos a bajar muy cabreadas a pedir que nos cambiaran porque no queríamos bichos.

Esta vez el hombre entendió que como mucho las podíamos tener en el pijama y nos cambio a otra habitación de 4, la nuestra en un principio era de 6 por lo que el cambio no nos pareció mal y nos fuimos felices... pero la sorpresa fue que al llegar a la habitación esta estaba sucia, llena de pelos, la papeleras llenas y olía mal.... Pero miramos las camas y como estas no tenían un liquido raro en la madera como las anteriores decidimos quedarnos. Pero lo peor fue cuando bajé a pedir al menos unas sábanas limpias, porque el hombre estaba comiendo pollo con un amigo, lo soltó y me dio unas sábanas nuevas.... la verdad es que hubiera agradecido que se hubiera lavado las manos...




Pero bueno al día siguiente bajamos a recepción a quejarnos del comportamiento de este señor porque parecía que cada vez que bajábamos nos chuleaba, por lo que nos devolvieron el dinero de esa noche y nos regalaron tickets para desayunar y para beber cervezas por la noche. El resto de noches fueron mejor ya que nos limpiaron la habitación y no encontramos más bichos.

Lo que más me molestó del recepcionista de por la noche, fue que nos trató como si fuéramos unas raritas por no querer dormir con chinches, para él era normal y no entendía el drama que nos estábamos montando.

Viena

En Viena el wombats no era tan guay ya que el ambiente del bar no era tan bueno y las zonas comunes no estaban tan bien aunque el ambiente era de gente joven como nosotras. En este hostal las habitaciones eran muy parecidas a las del de Berlin, las camas cómodas y no no eran un zulo.

En esta ocasión cuando volvimos la primera noche y revisamos las camas no vimos nada aunque si vimos las típicas manchitas negras que dejan las chinches, así que nos fuimos a dormir medio tranquilas. Pero mientras mi amiga se estaba echando crema vió como del agujero del tornillo de la cama salía un bicho, lo mató y no quiso pensar que fueran chinches. Pero al minuto vió cómo corrían por su cama otras 2, por lo que bajó de un salto y fuimos otra vez a recepción.



El hombre de recepción nos ofreció la misma solución que en el otro, pero esta vez entendió a la primera que acabábamos de llegar y no era posible que tuviéramos bichos en la maleta, por lo que nos dió dinero para lavar nuestros pijamas y nos cambió a una habitación privada con cama supletoria. Este cambio hubiera estado bien si la habitación no hubiera sido tan enana y la cama supletoria tan sumamente incómoda.

Al día siguiente cuando fuimos a contarle a los encargados que esa habitación era peor que la que teníamos nos dijeron que no estaban los encargados y que ellos no sabían que había ocurrido la noche anterior así que lo único que podían hacer era darnos otros colchón más para la cama supletoria. Esto me molestó bastante porque la noche anterior el hombre nos dijo que iba a habar con el management del hostal para ver como nos podían compensar y no habían hecho nada.... Lo único que nos dieron fueron más tickets para desayunos y bebidas y el email del management..

Al final casi todos los días desayunamos gratis y nos tomamos muchas cervezas en el bar pero eso no compensa lo mal que nos trataron y el hecho de tener chinches. Las 2 veces estábamos con más gente en la habitación y no sabemos si a ellos les cambiaron o que, pero me dan bastante pena. El de Viena está votado como uno de los mejores hostales de allí y la verdad es que no me pareció para tanto... en Praga estuvimos en el Mosaic House y les daba mil vueltas a ambos.

Así que si me preguntáis si os recomendaría estos hostales, claramente os diría que ¡no! La ubicación de ambos era buena pero el staff es pésimo y la limpieza aun peor...

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